"Llamas gemelas": un engaño de satanás


Las "llamas gemelas" son un concepto de la Nueva Era(religión de satanás) que describe una conexión espiritual intensa entre dos personas, consideradas como mitades de una misma almaSe cree que estas almas gemelas se separan al principio, para luego experimentar relaciones kármicas y, finalmente, reunificarse en una relación transformadora. Existe una enorme correlación entre las llamas gemelas y el Yin Yang. Ambos son representaciones de la divinidad masculina y la divinidad femenina, es decir el yin y el yang (símbolo del taoísmo).

 


La analogía entre la figura de Lilith y la doctrina de las "llamas gemelas" es bastante reveladora. Ambas se presentan como caminos hacia la una falsa liberación, pero conducen, en realidad, a la perdición espiritual. Ya que la búsqueda de una autonomía ilusoria, la justificación de relaciones ilícitas bajo el pretexto de un destino preordenado; son manifestaciones del engaño diabólico, o sea, trampas que alejan al hombre y a la mujer de la verdadera felicidad y de la plenitud  que Dios ofrece.
 
 
La creciente popularidad del concepto de "llamas gemelas" representa una preocupante manifestación de la perversión espiritual en nuestros tiempos, y claro se lo debemos a la famosa nueva era. Lo de las famosas "llamas gemelas", lejos de ser una doctrina de origen divino, se revela como un engaño diabólico, una sofisticada red de falacias que atrapa a las almas incautas en una espiral de autodestrucción. 

Por todas la redes sociales puedes encontrar una proliferación de testimonios,  sobre las supuestas "llamas gemelas". Incluso hay personas con alucinación demoníaca que se autoproclaman "exorcistas", solo sirve para confirmar la naturaleza demoníaca de este fenómeno.
 
Observamos con consternación cómo individuos, en un estado de evidente desequilibrio mental, se autodenominan poseedores de dones extraordinarios, atribuyéndose poderes sobrenaturales que no poseen. En este caso, la pretensión de una "exorcista" que se considera elegida, junto con las "llamas gemelas", para guiar a la humanidad, revela una profunda perturbación espiritual. La descripción de la "llama gemela masculina" como un ser alto, atractivo y barbado, evoca una imagen idílica y fantasiosa, una proyección de deseos terrenales que se disfraza de espiritualidad. Esta idealización, lejos de ser una manifestación de la gracia divina, es una clara señal de la manipulación demoníaca.
 
La práctica del yoga, en sí misma una disciplina neutral, se convierte en un instrumento peligroso en manos de quienes buscan la conexión con lo sobrenatural a través de la activación del Kundalini y la alineación de los chakras. Estas prácticas, realizadas sin la debida guía espiritual y la preparación adecuada, pueden abrir las puertas a la posesión demoníaca y a la influencia de entidades malignas. De hecho, hay una mujer extraña que recae en lo demente, que se hace llamar Cassandra, la cual asevera que al ser una "llama gemela" puede hacer que llueva cuando ella está molesta o simple porque así lo desea. Esta mujer es tarotista (hereje anticatólica), la cual trabaja para satanás pues la lectura de oráculos es eso. 




Además de que activó el famoso "kundalini", es decir dejó que entre en ella la serpiente. Empero, tan fuerte es su locura, que vio la película de exorcismo (protagonizada por Russel Crowe) y ahora tiene la creencia de que ella es "exorcista". Lo cual revela que ese cúmulo de  aseveraciones es un estado de profunda alienación mental, un síntoma que también podría ser de posesión demoníaca, puesto que, quien trabaja para el diablo desde la Nueva Era o el ocultismo, no puede trabajar para Dios. Como dijo perfectamente Jesús en Mateo 6:24: Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro.






 
La secta de las "llamas gemelas", con sus creencias descabelladas y sus prácticas peligrosas, representa una amenaza para la salud espiritual y moral de sus adeptos. La justificación de relaciones ilícitas, la exaltación del ego y la creencia en poderes sobrenaturales falsos, son elementos que conforman un cóctel altamente tóxico, que conduce a la perdición espiritual y al daño psicológico. El delirio de grandeza, la convicción de ser elegidos, de poseer un conocimiento superior, recuerda la tentación original de la serpiente en el Paraíso, una promesa de poder y conocimiento que conduce irremediablemente a la caída del hombre.





 
Para evitar caer en las garras de este engaño infernal y preservar la integridad espiritual, es fundamental cultivar un profundo arraigo en la fe católica.  Esto implica una vida de oración constante, la recepción frecuente de los sacramentos, especialmente la confesión y la eucaristía, y una adhesión firme a las enseñanzas de la Iglesia.  El discernimiento espiritual, guiado por la oración y la lectura de textos sagrados, es crucial para identificar las falsedades y las tentaciones. La humildad, la búsqueda de la verdad y la confianza en la gracia divina son armas poderosas contra las fuerzas del mal.  Es imperativo, por tanto, recurrir a la oración, al discernimiento espiritual y a la guía de la Iglesia para evitar caer en las garras de este peligroso engaño.  Solo a través de la fe sólida y de la práctica constante de la virtud podemos mantenernos firmes en la lucha contra las fuerzas oscuras y asegurar nuestra salvación eterna.



La doctrina de las "llamas gemelas", una corriente pseudomística que ha cobrado considerable auge en la modernidad, se presenta como un sendero hacia la unión espiritual, un encuentro predestinado entre dos almas afines. Sin embargo, una mirada atenta, despojada de la fascinación superficial, revela su naturaleza profundamente engañosa, un señuelo diabólico que conduce a la perdición espiritual. Lejos de ser una bendición divina, esta creencia se erige como un sofisticado mecanismo de manipulación, una estratagema del maligno para alejar al hombre de la verdadera gracia.
 
La justificación de una relación ilícita, amparada bajo el pretexto de la "llama gemela", es una perversión de la moral cristiana. El hecho de que una de las "llamas", o incluso ambas, se encuentren unidas por lazos matrimoniales, con hijos y responsabilidades familiares, no es un obstáculo para la unión ilícita, sino que, por el contrario, se presenta como un "desafío" a superar, una prueba de la intensidad del vínculo. Esta justificación del pecado, lejos de ser un signo de iluminación espiritual, es una clara señal de la ceguera provocada por el engaño demoníaco. La atracción intensa, presentada como una prueba irrefutable de la conexión divina, es, en realidad, una manifestación de la pasión desenfrenada, un fuego que, lejos de purificar, consume y destruye, serás parte de las llamas pero del infierno.


 
El propio nombre, "llamas gemelas", evoca una imagen que, lejos de ser inocente, alude a su verdadera procedencia infernal. La palabra "llama", en su connotación bíblica, se asocia al fuego purificador del Espíritu Santo, pero en este contexto se pervierte, transformándose en un fuego devorador, un fuego que arde en los infiernos a través de la violación a la Ley de Dios: no desearás a la mujer de tu prójimo. 




La ceguera espiritual, la falta de discernimiento, permite que el hombre se deje arrastrar por la justificación del pecado, aplaudiendo y permitiendo la transgresión, sin advertir el peligro inminente. El infierno, dicen, está en la tierra, pero la realidad supera con creces cualquier experiencia terrenal; el tormento eterno que aguarda a quienes se niegan a entrar en razón es inimaginable y negarlo, no los salvará de ir a él.
 
Otro signo inequívoco de la influencia demoníaca en este movimiento es la creencia en la propia elección, en la condición de seres especiales, predestinados a una unión excepcional. Esta idea de superioridad, de divinidad propia, recuerda la promesa seductora de la serpiente a Eva en el Paraíso Terrenal, un espejismo de poder que conduce a la caída. Muchos practicantes, en su búsqueda de una conexión espiritual intensificada, recurren a la activación del Kundalini, una energía sutil que, según las enseñanzas esotéricas, se encuentra en la base de la columna vertebral. La activación del Kundalini, sin la debida guía espiritual y la preparación adecuada, puede acarrear graves consecuencias físicas y psíquicas, abriéndoles las puertas a la posesión demoníaca y a la influencia de entidades malignas, añadiendo al yoga pues son parte de lo mismo.



 
En conclusión, la doctrina de las "llamas gemelas" se presenta como una elaborada estratagema demoníaca, un engaño que utiliza la sed de amor y la búsqueda espiritual para conducir a las almas hacia la perdición. La justificación del pecado, la creencia en la propia elección y la práctica de técnicas esotéricas peligrosas, son señales inequívocas de la influencia del maligno. Es imperativo, por tanto, mantener la lucidez espiritual, el discernimiento y la fidelidad a las enseñanzas de la Iglesia, para no sucumbir a las seductoras promesas de un falso paraíso que conduce irremediablemente al infierno.


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